El uso de la hipnosis ha creado una mala imagen asociada a espectáculos de feria, teatros y temas ocultos.
Como profesionales, nos esforzarnos por mostrar que la hipnosis es una ciencia seria, respaldada por una abundante literatura y estudios científicos que demuestran su eficacia.
Su verdadero potencial en la salud es impresionante y puede aportar beneficios significativos. Reconocida oficialmente por la American Medical Association en 1958 y por la British Medical Association en 1955, se recomienda su inclusión en los programas de estudios de Medicina.
La hipnosis se utiliza en investigación, medicina, psiquiatría, psicología, deporte, hospitales, consultas privadas y universidades.
Existen prestigiosas asociaciones dedicadas a su formación, desarrollo y aplicación.
La hipnosis ha demostrado ser eficaz en muchas patologías: ansiedad, depresión, estrés, deshabituación del tabaco y la cocaína, ludopatía, alcoholismo, tartamudez, fobias, síndrome del colon irritable, estrés postraumático, problemas sexuales y del sueño, activación del sistema inmunológico, entre otros.
Lejos de lo que muestran los espectáculos, una sesión de hipnosis clínica es una técnica relajadora, terapéutica, práctica, útil, beneficiosa y eficaz de relajación agradable.
En un ambiente tranquilo, el paciente se deja llevar por la voz del hipnoterapeuta, alcanzando una concentración serena y receptiva a las indicaciones terapéuticas.